Twitter: @AlbaMoli04

La directora catalana Carla Simón es hoy por hoy una de las figuras emergentes más relevantes de nuestro cine. En poco tiempo, las mujeres cineastas de España están ganando presencia y fuerza en la industria, consiguiendo levantar proyectos que no solo han triunfado a nivel local, sino que también han sido reconocidos con premios internacionales. Sus nombres empiezan a sonar cada vez más –Nely Reguera, Belén Funes, Meritxell Colell, Neus Ballús, Icíar Bollaín, Celia Rico, Leticia Dolera, Elena Martín, Pilar Palomero, Clara Roquet…- y de entre todas ellas, Carla Simón fue de las primeras en marcar la diferencia con Estiu 1993, estrenada en 2017. De eso hace cinco años ya.

No obstante, Simón es la primera en aferrarse a sus compañeras a la hora de hablar sobre sus logros. «Vamos todas juntas», afirma en una entrevista para El Mundo, y añade que para ella, si alguien es el cabezal de esta nueva generación, es Mar Coll: «Cuando vi Tres días con la familia caí en la cuenta de muchas cosas. Ella hacía lo que muchas queríamos hacer. Para mí supuso una revelación: vi que una mujer joven podía hacer películas aquí y en catalán.»

Recuerdos y experiencias de juventud (sus inicios)

Simón tiene 35 años. Nació en 1986, en Barcelona. A sus 6 años, quedó huérfana tras la muerte de su madre debido al SIDA, la misma enfermedad que se llevó a su padre tres años antes. A consecuencia de ello, se fue a vivir con sus tíos y con una prima en un pequeño pueblo catalán, Les Planes d’Hostoles, en la comarca de La Garrotxa. Años después, esta experiencia se convertiría en la base de su primer largometraje, Estiu 1993. 

Hizo sus primeros cortos (WomanLovers) durante el año que pasó en la Universidad de California. A continuación, regresó a su ciudad natal y se graduó en Comunicación Audiovisual en el año 2009, en la Universidad Autónoma de Barcelona. Realizó prácticas en la productora de series Diagonal TV, donde conoció a otro de los nuevos rostros emergentes, Clara Roquet, ganadora del Goya a Mejor Dirección Novel de 2022. «Ella es dos años mayor que yo», cuenta Roquet para El País, «y me acuerdo como tras conocernos en Diagonal TV nos ayudamos a rellenar los formularios de la beca. Y hasta hoy. Carla es tan empática y buena persona…».

Tras cursar el Máster en TV de Innovación y Calidad organizado por la Televisión de Cataluña, y por realizar el piloto de una serie llamada La clínica, la Obra Social «la Caixa» le concedió la beca que le sirvió para estudiar en Londres, en el Master Of Arts en la London Film School. Era 2011, Carla tenía 24 años. Residiendo en la capital inglesa, escribió y dirigió el documental Born Positive —sobre jóvenes nacidos con el VIH— y los cortos Lipstick —en el que dos niños se enfrentan a la muerte de su abuela— y Les petites coses —donde narra la relación entre su abuela y su tía—. Grabarlos, para ella fue «muy revelador«, porque se dio cuenta de que era un tema que quería seguir explorando. Los dos cortometrajes fueron seleccionados por varios festivales internacionales, con los que su talento empezaba a ser reconocido de cara al público.

La sensibilidad: adquirida y plasmada en sus obras (Estiu 1993)

La idea de Estiu 1993 ya se gestó allí, en Londres, tratando de escribir la historia como un corto, y materializándose más tarde como largo. La productora del filme, María Zamora, todavía cercana a Simón y habiendo producido también Alcarràs, dice acordarse perfectamente del momento en el que tuvo claro que había algo especial en ella. «Fue instantáneo. Estaba de mentora de Valérie Delpierre, leí el tratamiento de Verano 1993 y empecé a llorar y me pregunté que de dónde salía esta tía, porque yo seguía entonces bastante el joven talento, del mundo de los cortos, y no la tenía localizada», recuerda.

Así, Estiu 1993 se convertía en realidad. El debut autobiográfico de Carla sobre una niña de 6 años que acaba de perder a su madre y tiene que mudarse al campo con su nueva familia. Se estrenó en la Berlinale 2017, donde ganó el premio a la mejor opera prima y el gran premio del jurado del Generation Kplus. La película ha recogido más de 30 premios en todo el mundo; representó a España en los Oscars, fue nominada a la EFA y ganó 3 Goya. Carla también fue premiada como el talento emergente Women in Motion en Cannes 2018. Aquella ópera prima nos descubrió a una realizadora sensible y detallista, interesada en contar sus verdades y la complejidad de las relaciones y las personas.

Simón sobre las financiaciones: «Yo siento gran responsabilidad cuando termino las pelis. Siempre pienso: ¿el resultado hace justicia al dinero que nos han dado para hacerla?» Fuente: La Vanguardia

El reconocimiento de lo genuino (Alcarràs)

El estreno de su corto de 23 minutos Después también en 2019 dio paso a la preparación del proyecto de su segundo largometraje: Alcarràs, cuyo rodaje estuvo directamente afectado por la pandemia.

Carla explica que forma parte de una extensa familia llena de historias que como escritora y directora son el motivo de su inspiración. Pero también lo son el resto de personas, hecho que se plasma en su forma de trabajar. Destaca por su instinto para guiar a actores no profesionales, dotando a sus películas de cierto aire documental. En Estiu 1993 conseguía una interpretación sublime y vitalista de la pequeña Laia Artigas, y ahora, en Alcarràs, se ha servido de plantel de interpretes naturales, reclutados en las fiestas populares de los pueblos de Lleida en los que transcurre la acción.

En palabras de la directora catalana, Alcarràs «habla sobre la pertenencia a una tierra, a un lugar, pero también un drama sobre las perpetuas tensiones generacionales, la superación de antiguas tradiciones y la importancia de la unidad familiar en tiempos de crisis«, donde vemos un mundo rural y agrícola que lo pasa mal por sobrevivir.  A la vez, es un canto a la naturalidad, cuyo retrato, sencillo y honesto, ha hecho historia por ganar el Oso de Oro de la Berlinale 2022, el primer film español en lograrlo en 39 años, desde que Mario Camus lo consiguió con La Colmena.

Lo que está por venir

Después de recibir el premio, Simón ya habla de su siguiente proyecto: «Ahora, a seguir haciendo pelis. (…) La próxima será sobre la memoria familiar, algo que me importa mucho”. A estas alturas, somos conscientes de que cualquier historia que salga de la cineasta será contada con el mayor deseo de explorar, conocer y transmitir, y gracias a su esfuerzo y al de todos quienes trabajan junto a ella, el cine independiente español está haciéndose más fuerte.

Carla con Laia Artigas en el rodaje de «Estiu 1993».

Para La Vanguardia, Simón celebra: «Estamos en un momento optimista en el sentido de que hay mucha variedad, diversidad en el tipo de cine, autores distintos en la nueva generación, más mujeres. Poco a poco, el cine español va a ir saliendo de España

Y en el futuro, tanto fuera como aquí, seguiremos pendientes de las historias que Carla Simón y otros creadores entregados como ella brinden a nuestro cine.