La miniserie de “Gambito de Dama” ha sido una de las producciones de Netflix más vistas y más aclamadas del pasado 2020, pues no es de extrañar, la historia te atrapa desde un inicio, y la estética y calidad técnica y artística son excelentes.

Aún así, pese al éxito de esta serie, que consiguió 62 millones de vistas en su primer mes en el catálogo de Netflix, siendo Nº1 en más de 63 países, está casi no llega a ver la luz.

Y desde luego no fue por falta de empeño, Allan Scott, productor, guionista y creador de la miniserie llevaba desde 1990, cuando adquirió los derechos del libro homónimo, llegando a trabajar durante 3 décadas con hasta 9 directores diferentes y reescribiendo el guión hasta 11 veces con tal de llevar el guión a la pantalla.

De hecho cuando parecía que por fin “Gambito de Dama” estaba a punto de ver luz verde, siempre se cancelaba, ya que, según las palabras del guionista, los estudios le decían Oh, no, no, las películas sobre ajedrez no funcionan”; sin importar quienes estuvieran implicados en su producción y dirección.

Al no poder llevar la historia al cine decidieron crear una serie que les permitiera ser excelentes en cada ámbito: luces, vestuario, guión, decoración, personajes, formato, cámaras, resultando en crear la miniserie que ahora forma parte de la plataforma. 

El personaje principal sirve como su propio antagonista, brillante y autodestructivo, una autodestrucción potenciada por su adicción a los somníferos desde una corta edad, que causa que esta vaya evolucionando, creando diferentes versiones de sí misma; una evolución que causa que la audiencia empatice con ella. 

Pero la excelencia de esta producción no es exclusiva de este ámbito ya que para el director la cinematografía, el vestuario y la producción son parte de lo mismo, parte de un todo; un ejemplo de esto es la iluminación, la manera en la que juegan con esta, tratándola cómo un recurso narrativo, dando dramatismo a las escenas y aportando seriedad a la trama, pero manteniendo la calidad.

Pero el éxito de “Gambito de Dama”  también se hace ver con el impacto que esta ha tenido en el mundo del ajedrez, las búsquedas relacionadas con el ajedrez se han duplicado, las ventas de tableros de ajedrez han aumentado y las plataformas y las instituciones de ajedrez han visto una subida importante del número de candidaturas, en contraste a lo que reciben normalmente. También ha hecho que muchas mujeres y niñas se sientan interesadas en el ajedrez, un juego considerado una  disciplina masculina.