Uróboros, el ciclo sin fin.

Una de mis normas autoimpuestas como cinéfilo es no ver la misma película dos veces. Jamás. Tengo la creencia limitante de que hay demasiadas películas y poco tiempo para verlas todas. Sin embargo, las normas están para romperlas, y eso hice con “Uróboros”. Este espectacular corto merece un segundo visionado (o un primero muy muy muy atento), ya que juega a contarnos una historia infinita con la estructura narrativa alterada.

La directora demuestra un gran dominio en el arte de contar historias. Tanto guión, como dirección vuelan alto en este “Memento” a la española. Fotografía, sonido, música y actores están a la altura de tan lucido proyecto. Sólo me faltó una pizca más de naturalidad en los diálogos por echarle algo en cara… Nada, no he dicho nada. La he visto dos veces, y eso que una de mis normas autoimpuestas como cinéfilo es no ver la misma película dos veces, etc.