Mujeres en el cine: visible lo invisible

A lo largo de toda la historia del cine, al igual que en otros mucho ámbitos tanto sociales como laborales, las mujeres cineastas han estado en todo momento bajo la sombra de una figura masculina convirtiéndose casi invisibles. Por ello, cuando oímos hablar sobre las primeras obras audiovisuales de la historia nos vienen nombres como: Los Hermanos Lumière, George Méliès o D.W Griffith.

Esto nos ha dado a entender que las mujeres entraron en el gremio del séptimo arte mucho más tarde, acoplándose así al trabajo que habían realizado los hombres de la industria cinematográfica. Por ello, vamos a tratar de destapar lo que el cine ha escondido desde sus inicios en cuanto a la figura femenina. Si realmente nos ponemos a pensar:

¿Cuántas mujeres cineastas conocemos en comparación a los hombres?

Nos situamos en el año 1895, el año en el que los Hermanos Lumière lanzaron la primera obra audiovisual de la historia, ‘Los trabajadores saliendo de la fábrica’, bien, pues solamente un año después, aparecerá una obra llamada ‘La Fée aux Choux’ dirigida por Alice Guy, la primera mujer en realizar una obra de ficción.

Con ella, cabe destacar que además y aunque todos conozcamos como primera obra de ficción y efectos especiales de la historia ‘Viaje a la Luna’ de George Méliès, Alice Guy fue la primera en hacerlo, nada más y nada menos que en 1898, es decir, catorce años antes que Méliès. Por ello, Alice se convertirá en la pionera en los efectos especiales, la ciencia ficción fílmica, el lenguaje cinematográfico y fundadora de lo que más tarde se ha considerado la profesión de productor o productor ejecutivo.

Llegó a tener su propio estudio de cine independiente donde dirigió más de seiscientas películas, pero al igual que a otras muchas mujeres artistas, la historia del cine escondió su trayectoria durante muchos años nombrando sus obras como anónimas o simplemente mencionando a su marido como autor de ellas.

Otras mujeres que han hecho historia en el cine

La llegada del siglo XX hizo que muchas mujeres interviniesen en el cine con mucha importancia. Como por ejemplo, Florence Lawrence, la primera actriz convertida en estrella (1906) y quien llegó a cobrar mucho más que el resto de actores. Junto a ella otro personaje clave será Florence Turner, la primera actriz que firmará un contrato para un estudio cinematográfico, convirtiéndose en la figura inicial del Star System (sistema de contratación de actores en exclusividad y a largo plazo utilizado por los estudios de Hollywood).

Además, en los años que transcurrieron entre 1910 y 1950 florecerán mujeres imprescindibles para la historia del cine; como Lois Weber, una de las figuras más importantes del cine estadounidense, ya que fue contratada por la productora Universal, consiguiendo así un contrato sin ningún tipo de restricción para realizar sus obras.

Muchos medios de comunicación censuraron después sus obras, ya que Weber ahondaba temas como el aborto, la discriminación femenina, el alcohol y las drogas. Pero por mucho que sus obras se censurasen, fue la primera mujer en dirigir un largometraje llamado ‘El Mercader de Venecia’ (1914) el cual se convertirá en una obra de mucho éxito.

Sólo un año después del éxito de Lois Weber, llegarán al cine otras tres figuras imprescindibles; una de ellas será Viola Lawrence considerada como la primera mujer editora del cine, Julia Crawford quién consiguió convertirse en la primera gerente general de un estudio de Hollywood y Dorothy Arzner, la primera mujer en crear la primera película sonora de ‘Paramount ‘Manhattan Cocktail‘ (1928) cabe destacar que introdujo en muchas de sus obras la figura de una mujer empoderada y rasgos feministas.

Junto a todas ellas y llegando a los años cincuenta, aparecerán otras dos mujeres muy importantes, ellas son Ida Lupino, considerada pionera entre todas las mujeres directoras y Jacqueline Audry, pionera del cine lésbico.

Los años sesenta tendrán una gran repercusión en todas estas mujeres cineastas ya que en ésta época aparecerá en Hollywood la teoría feminista de la mano de Laura Mulvey estudiando así la situación de las mujeres en el cine y criticando los argumentos y patrones narrativos que ocupaba la pasiva figura femenina, amarrada a temas básicos como la maternidad, el sufrimiento, la histeria y la locura femenina.

Queriendo visibilizar lo que hasta entonces era invisible, porque tal y como destaca Giulia Colaizzi, teórica postestructuralista del feminismo en el cine y la literatura: “las mujeres han sido siempre representadas por el cine de Hollywood como ‘servidoras y esclavas románticas’, figuras débiles y secundarias, sin ambición o autonomía narrativa, y siempre dispuestas a olvidar profesión, responsabilidades y obligaciones sociales –la esfera pública– en nombre de un sueño romántico de felicidad conyugal”.

Hasta pasados los años sesenta las mujeres no volverán a formar parte activa del cine y eso que ya habrán pasado más de 100 años desde la aparición de Alice Guy pero las mujeres cineastas todavía tienen una gran lucha por la igualdad por delante aunque parezca que la conciencia social haya cambiado, por ello, en pleno siglo XXI podemos encontrar mujeres directoras como: Sofia Coppola, Sally Potter, Naomi Kawase, Isabel Coixet y otras muchas más.